El canadiense Yann Candele se adjudicó con solvencia el Trofeo Longines del CSI4* A Coruña, al imponerse en una emocionante ronda de ganadores en la última prueba de la jornada. El jinete miembro del equipo nacional de Canadá salió en la duodécima posición con Usa Normande y puso el crono por debajo de los 42 segundos (41,82). Una cota que hasta ese momento ningún rival había logrado, y que sólo Gudrun Patteet fue capaz de acariciar en la última salida a pista. La belga, vencedora de la misma prueba en 2016, lo intentó al máximo sobre Sea Coast Ideo d’O, aunque finalmente quedó segunda (42,18 segundos). Completó el podio, en el tercer lugar, el español Julio Arias con Reggae du Tillard(42,81 segundos).
 

La victoria de Candele cobra mayor dimensión ante el hecho de que en Casas Novas está montando por primera vez este caballo, con el que habitualmente compite Nicolas Paillot, que en esta ocasión no ha podido salir a la pista coruñesa por una lesión. El canadiense dio muestras de una clase especial, que le ha llevado a ser cuarto por equipos en los Juegos de Río y oro por equipos en los Panamericanos de 2015.
 

VIBRANTE MANGA GANADORA CON CINCO ESPAÑOLES
La ronda de ganadores fue emoción de principio a fin. Cinco españoles se clasificaron entre los 16 participantes: Luis Fernández-Gil Fournier, Diego Pérez Bilbao, Jesús Torres, Julio Arias y Gonzalo Busca Roca.
Ya en la arena, Aldrick Cheronnet fue el primero en lanzar el reto, al completar en 46 segundos 83 centésimas el trazado, en la que fue su séptima salida a la arena sin una sola falta en lo que va de concurso. Pero esta vez tenía dura competencia: Samantha McIntosh rebajó la marca a 45,86, y después el español Diego Pérez Bilbao entusiasmó a los aficionados al arrebatarle el triunfo provisional con 43,21 segundos. Apenas dos participacioness después, y sin tiempo apenas para que se apagase los aplausos del público, otro español, Julio Arias, se puso en cabeza de la tabla y dejó la marca a batir en 42,81. Después llegó Candele con su órdago, al que sólo la belga Patteet consiguió acercarse.
 

Con semejante espectáculo, no es de extrañar que la lluvia que hizo acto de presencia en Larín no fuese suficiente para desanimar a una afición que disfrutó de cada salida a pista y cada bajada del crono. Todo ello a la espera de la última jornada, en la que el Gran Premio CaixaBank volverá a dejar el gran sabor de boca habitual.